El resultado es decisivo.
Los procesos de creación son similares a los de la fotografía: se entiende el lenguaje visual, se analiza el resultado, se evalúa y, finalmente, se selecciona. A continuación, se realizan correcciones hasta obtener la imagen perfecta. La tecnología y las personas trabajan codo a codo.
Se trata de un acción artística que evoluciona continuamente durante la fase de diseño a través de las adaptaciones. Las habilidades técnicas se combinan aquí con la estética hasta que la representación de la realidad parece perfecta.